La biodiversidad –la variedad de la vida en la Tierra– hace de nuestro planeta un lugar habitable y hermoso. Muchos de nosotros vemos la naturaleza como una fuente de placer, inspiración o esparcimiento. Pero también dependemos de ella para conseguir alimentos, energía, materias primas, aire y agua, es decir las cosas que hacen posible la vida tal y como la conocemos y que mueven nuestras economías.
Y, a pesar de que la naturaleza es insustituible, a menudo pensamos en ella como en algo garantizado. Muchos sistemas naturales están sometidos a presiones que afectan a su funcionamiento. Muchos incluso están al borde de la destrucción. La pérdida de biodiversidad, que es como llamamos a este fenómeno, es omnipresente.
Y, a pesar de que la naturaleza es insustituible, a menudo pensamos en ella como en algo garantizado. Muchos sistemas naturales están sometidos a presiones que afectan a su funcionamiento. Muchos incluso están al borde de la destrucción. La pérdida de biodiversidad, que es como llamamos a este fenómeno, es omnipresente.
¿Qué es la biodiversidad?
La biodiversidad está a nuestro alrededor y formamos parte de ella. Se compone de tres elementos principales:
♦ Los distintos tipos de especies que viven en la Tierra: animales, plantas, hongos, algas, bacterias e incluso los virus;
♦ Las diferencias de tamaño, forma y color entre individuos de una misma especie;
♦ Los distintos ecosistemas –como por ejemplo los océanos, bosques o arrecifes de coral–, las especies que viven en ellos y sus interacciones.
Aunque los científicos han clasificado cerca de 1,9 millones de especies vivas en la Tierra, el número real de especies es sin duda muchísimo mayor. Muchas son microscópicas o viven bajo tierra o en el fondo de los océanos. Otras muchas, sencillamente, aún no se han descubierto.
♦ Los distintos tipos de especies que viven en la Tierra: animales, plantas, hongos, algas, bacterias e incluso los virus;
♦ Las diferencias de tamaño, forma y color entre individuos de una misma especie;
♦ Los distintos ecosistemas –como por ejemplo los océanos, bosques o arrecifes de coral–, las especies que viven en ellos y sus interacciones.
Aunque los científicos han clasificado cerca de 1,9 millones de especies vivas en la Tierra, el número real de especies es sin duda muchísimo mayor. Muchas son microscópicas o viven bajo tierra o en el fondo de los océanos. Otras muchas, sencillamente, aún no se han descubierto.
¿Por qué es importante la biodiversidad?
La biodiversidad es el resultado de 3800 millones de años de evolución y es esencial para la supervivencia humana. Dependemos de la naturaleza para obtener muchos recursos esenciales, como alimentos, materiales de construcción, calor, fibras textiles o los ingredientes activos de los medicamentos. La naturaleza realiza funciones vitales.
Por ejemplo, poliniza las plantas, filtra el aire, el agua y el suelo. Incluso aporta protección contra las inundaciones.
La vida sobre la Tierra tal y como la conocemos sería imposible sin esos materiales y servicios esenciales. Lamentablemente, solemos olvidarnos de lo que nos ofrece la naturaleza. En las sociedades industrializadas en las que vivimos pensamos que la biodiversidad está garantizada y la vemos como algo gratuito y eterno. Sin embargo, la realidad es que la presión que ejercemos sobre la naturaleza es cada vez mayor. Muchas
actividades humanas son una grave amenaza para la existencia de numerosas especies. La lista de amenazas para la biodiversidad es extensa: destrucción y fragmentación de hábitats; contaminación del aire, el agua y el suelo; sobrepesca y uso excesivo de los recursos, los bosques y la tierra; introducción de especies no autóctonas… por no mencionar la liberación de cantidades crecientes de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.
Por ejemplo, poliniza las plantas, filtra el aire, el agua y el suelo. Incluso aporta protección contra las inundaciones.
La vida sobre la Tierra tal y como la conocemos sería imposible sin esos materiales y servicios esenciales. Lamentablemente, solemos olvidarnos de lo que nos ofrece la naturaleza. En las sociedades industrializadas en las que vivimos pensamos que la biodiversidad está garantizada y la vemos como algo gratuito y eterno. Sin embargo, la realidad es que la presión que ejercemos sobre la naturaleza es cada vez mayor. Muchas
actividades humanas son una grave amenaza para la existencia de numerosas especies. La lista de amenazas para la biodiversidad es extensa: destrucción y fragmentación de hábitats; contaminación del aire, el agua y el suelo; sobrepesca y uso excesivo de los recursos, los bosques y la tierra; introducción de especies no autóctonas… por no mencionar la liberación de cantidades crecientes de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.
¿Qué podemos hacer para proteger la biodiversidad?
Marcar una diferencia en lo cotidiano. En concreto:
♦ Cosas prácticas que podemos hacer cada día; (vea enlace a la guía de los 52 gestos abajo)
♦ Aumentar la sensibilización en nuestras comunidades;
♦ Contribuir a la investigación observando y registrando datos sobre la vida salvaje y los ecosistemas;
♦ Técnicas sostenibles en el jardín;
♦ Proyectos de construcción y bricolaje.
♦ Cosas prácticas que podemos hacer cada día; (vea enlace a la guía de los 52 gestos abajo)
♦ Aumentar la sensibilización en nuestras comunidades;
♦ Contribuir a la investigación observando y registrando datos sobre la vida salvaje y los ecosistemas;
♦ Técnicas sostenibles en el jardín;
♦ Proyectos de construcción y bricolaje.
♦ Informarse. Por ejemplo en: http://ec.europa.eu/environment/nature/index_en.htm
Fuente: "52 gestos por la biodiversidad"; www.jedonnevieamaplanete.be;
© 2009 Institut royal des Sciences naturelles de Belgique
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