sábado, 21 de mayo de 2011

la compra de tu vida: 10 preguntas para elegir una vivienda con criterios ambientales

    Introducción
    Al comprar nuestra vivienda, podemos fijarnos en una serie de elementos que nos permitirán reducir nuestro impacto ambiental. El proyecto "La compra de tu vida: 10 preguntas para elegir una vivienda con criterios ambientales" es una campaña de información que pretende facilitar la elección de una vivienda sostenible.
    Frente al riesgo de cambio climático, al progresivo agotamiento
    y encarecimiento de los recursos fósiles y a la preocupante reactivación de la opción nuclear, hoy más que nunca es necesario ahorrar energía. Se trata tanto de preservar el planeta como de reducir nuestra factura de energía para las próximas décadas.
    La compra de una vivienda suele ser la compra de nuestra vida. Representa la mayor inversión que acometemos en nuestra existencia. Según datos del Banco de España del 2005, las familias españolas destinamos más del 33% de nuestra renta bruta disponible a financiar la compra de su vivienda.
    A la hora de escoger nuestro futuro hogar, solemos fijarnos en criterios fundamentales como son el precio, el tamaño, las calidades, etc. Sin embargo, los aspectos ambientales también importan. Durante su construcción, nuestras viviendas requieren una gran cantidad de materias primas y generan muchos residuos. Por otra parte, también suponen un gran consumo de energía a lo largo de su vida útil. Este consumo energético se cubre básicamente con recursos fósiles que, a parte de estar en una cantidad limitada, emiten distintos contaminantes durante la combustión, con efectos locales (smog y problemas sanitarios relacionados), regionales (lluvias ácidas) y globales (cambio climático relacionado con los gases de efecto invernadero).
    Ten en cuenta que el gasto anual medio familiar de la energía consumida en casa es de unos 800 euros. Conforme vaya aumentando el precio de los combustibles fósiles (petróleo y gas natural), la factura de energía en casa ira subiendo.
    Al escoger tu vivienda con criterios ambientales, actuarás por la preservación del planeta, y reducirás tu factura de energía para las próximas décadas.
    Las 10 preguntas
    ¿Cómo elegir una vivienda que ahorre recursos naturales y nos permita un ahorro económico en su uso?
    1. ¿Obra nueva o rehabilitación?
    2. ¿Se diseñó la vivienda con criterios bioclimáticos?
    3. ¿Está bien aislada la vivienda?
    4. ¿Cuáles son los sistemas de calefacción y de producción de agua caliente?
    5. ¿Son eficientes los sistemas eléctricos de la vivienda?
    6. ¿Cuenta la vivienda con sistemas de ahorro de agua?
    7. ¿Se han empleado materiales ecológicos o de bajo impacto ambiental?
    8. ¿Se ha previsto, en la vivienda, un espacio especial para segregar la basura?
    9. ¿Cuál es la oferta de servicios y de transporte público en la zona de la vivienda?
    10. ¿Dispone la empresa constructora de un sistema de gestión ambiental?


       
      ¿Obra nueva o rehabilitación?
      Desechar o despreciar el parque inmobiliario ya construido es un despilfarro. Siempre es preferible rehabilitar, reformar e invertir en edificios existentes que construir nuevos. La ventaja está en que se ahorra energía, se aprovechan recursos existentes y se eliminan los daños de la demolición (residuos, polvo, ruido, etc.).
      Se estima que la rehabilitación de un edificio requiere una cantidad de energía un 60% inferior a la que es necesaria para derrumbar uno y luego construir un edificio nuevo. Ten en cuenta que con una rehabilitación integral, se puede conseguir la misma calidad en todas las características que una vivienda de nueva construcción.
      Ayudas de las AAPP:
      • Ayudas para la Rehabilitación de Vivienda: Desgravación en el IRPF, ICO, IVA reducido. Subvenciones, etc.
      • Ayudas a la Calificación Energética de Edificios: Subvenciones, Desgravaciones en tasas e impuestos (IBI), Revalorización Catastral, etc.
      • Ayudas a la instalación de equipos de energía renovable: Subvenciones directas a fondo perdido.


           ¿Se aplicó un diseño bioclimático?
        Una vivienda bioclimática, gracias a su diseño, proporciona el confort adecuado y consume una reducida cantidad de energía, causando así una menor contaminación. A la larga, sale menos cara. Se trata de que la vivienda se aproveche de las condiciones climáticas del entorno y que esté protegida de las condiciones adversas.
        Las medidas de diseño, si se aplican desde el primer momento, no suponen ningún coste adicional.
        Nos podemos fijar en:
        • La forma de la vivienda.
        Las estructuras compactas tiene menos pérdidas de calor. En este sentido, la vivienda de un bloque demanda mucho menos energía que una vivienda unifamiliar aislada. La forma de los edificios, sobre todo en los núcleos urbanos viene prácticamente determinada por la calificación urbanística y las características del solar. De ahí que sea tan importante disponer de unos planes urbanísticos que incorporen parámetros de eficiencia energética.
        • La orientación.
        Las fachadas a sur tienen grandes aportaciones solares en invierno y moderadas en verano. Las fachadas orientadas a
        norte tienen pocas ganancias solares y lumínicas e importantes pérdidas térmicas. En zonas frías, es preferible que los
        cerramientos de mayor superficie, los acristalamientos y las estancias o habitaciones de mayor uso estén orientadas al sur. Un mejor aislamiento de la fachada norte reducirá las pérdidas térmicas, con el consiguiente ahorro energético.
        • El envolvente.
        Sistemas constructivos, tales como invernaderos, permiten captar y aprovechar el sol. En este caso, es necesario prever un sistema de ventilación y dispositivos de sombreado para evitar el sobre calentamiento en verano. Ten en cuenta también que los colores claros de los muros reflejan mejor la luz y permiten evitar un sobre-calentamiento durante el verano.
        Incentivos económicos
        • Subvenciones en materia de ahorro y uso eficiente de la energía, y aprovechamiento de energías renovables.
        • Bonificaciones fiscales previstas por los ayuntamientos. 




            ¿Estará bien aislada la vivienda?
            La calefacción y la refrigeración de una vivienda representan casi la mitad de la energía consumida anualmente. Pequeñas mejoras en aislamiento pueden conllevar ahorros energéticos y económicos entre un 25 y un 35% en calefacción y refrigeración. Para una vivienda de 90 m2, se estima que un aislamiento mejorado puede costar de 600 a 1200 euros, y permitir más de 80 euros de ahorro anualmente.
            Con un diseño bioclimático exhaustivo, el ahorro en calefacción y refrigeración podría llegar hasta un 80%.
               Así mismo, la calidad del aislamiento es primordial. Un centímetro de aislante en paredes puede equivaler a medio metro de hormigón. Como orden de magnitud, se puede recomendar un aislamiento de entre 4 y 8 cm, dependiendo de la conductividad térmica del material aislante y del grado de exposición al exterior de la vivienda (el espesor debe ser mayor para edificios pequeños o unifamiliares).
              Las ventanas dejan pasar el calor y el frío mucho más fácilmente que las paredes. De hecho, se estima que entre el 25% y el 30% de las necesidades de calefacción se deben a las pérdidas que se originan en las ventanas. Por lo tanto deben considerarse cuidadosamente. Influyen:
            • el tipo de acristalamiento. El doble vidrio resulta imprescindible, mejor cuanto mayor espesor tenga la cámara de aire (la cámara de 15 mm aísla casi el doble que la de 6 mm). En el cerramiento acristalado de galerías tipo invernadero con orientación sur es suficiente vidrio sencillo; la carpintería debe permitir una ventilación adecuada en épocas de calor y no está de más la instalación de toldos, persianas o cortinas para sombrear durante el verano. 
            • el tipo de carpintería. Este aspecto también es determinante. Algunos materiales como el hierro o el aluminio se caracterizan por su alta conductividad térmica, por lo que permiten el paso del calor o del frío con mucha facilidad. En este sentido, son de destacar las carpinterías denominadas de rotura de puente térmico, las cuales contienen material aislante entre la parte interna y externa del marco. Según la permeabilidad al aire, las carpinterías se clasifican en clases A-1, A-2 y A-3. En zonas de clima adverso, conviene instalar carpinterías de elevada estanqueidad al aire (A-2 o A-3) especialmente en las fachadas con mayor incidencia del viento, donde resultan muy adecuadas las carpinterías dobles (por ejemplo con doble vidrio en la interior y simple vidrio en la exterior).
               El aislamiento debe cubrir todos los cerramientos exteriores (fachadas, cubiertas, soleras, forjados sobre porche). Es importante cuidar los "detalles": puertas, ventanas, carpintería, cerramientos con locales no calefactados (escaleras, garajes, trasteros, falsas cubiertas o desvanes).
            ¿Cómo nos protegeremos del calor?
            • Sistemas de sombreado (elementos pasivos fijos, persianas, toldos, lamas verticales u horizontales) permiten regular la intensidad del sol que entra en las distintas zonas de la vivienda. Estos sistemas deben proporcionar sombra en los momentos de fuerte radiación solar, pero han de permitir la incidencia de la luz solar en otros momentos.
            • Con la instalación de toldos y acristalamientos adecuados, así como aislando adecuadamente los muros y techos, se pueden conseguir ahorros de energía en el uso del aire acondicionado superiores al 30%.
            • El sistema más elemental de control solar es impedir la radiación del sol con persianas o toldos. Un toldo inclinado elimina la radiación directa y permite la función de iluminación así como la circulación de aire entre el cerramiento opaco y el vano, mientras que una persiana enrollable vertical sólo realizará la primera función.
            • Ten en cuenta también que la existencia de arboleda alrededor de la vivienda proporciona protección ante el viento y sombra, pudiendo conseguir descensos en la temperatura hasta 6°C.
            • Si piensas instalar un sistema de refrigeración, ten en cuenta que hay aparatos de aire acondicionado que consumen hasta un 60% más de electricidad que otros para el mismo nivel de prestaciones. Elige un equipo adaptado a tus necesidades y el más eficiente posible.
            • Es preferible un sistema colectivo (bomba de calor; para instalaciones colectivas a gas, se puede considerar sistemas de "absorción", más conveniente desde el punto de vista ambiental pero de menor rendimiento que las bombas de calor eléctricas). Es preferible situarlo al norte o a la sombra para mayor rendimiento.




              ¿Cuáles son los sistemas decalefacción y de agua caliente?
                 La calefacción y el agua caliente representan casi los dos tercios del consumo energético de una vivienda.
              Invernaderos
                 Invernaderos permiten aprovechar el calor del sol en invierno de manera gratis. En verano por supuesto, hace falta elementos de protección solar.
              Fíjate en la eficiencia de las instalaciones
                 Cuando están bien diseñados, instalados y mantenidos, los sistemas colectivos de calefacción o de producción de agua caliente sanitaria son más eficientes y más económicos que los sistemas basados en elementos independientes o individuales. Si se utiliza un combustible fósil, es preferible que sea gas natural ya que contamina menos que el gasóleo.
                
                 Las calderas de condensación y las de baja temperatura, a pesar de ser más caras que las convencionales (hasta el doble de precio), pueden procurar ahorros de energía superiores al 25%, por lo que el sobre-coste se puede recuperar en un periodo de 5 a 8 años (menos de la mitad de la vida útil de un equipo de estas características).
              Recuerda que en los sistemas de calefacción central, es obligatoria la instalación de contadores y termostatos individuales. De esta manera cada uno paga lo que consume.
              Piensa en las energías renovables. Son inagotables y no contaminan.
              Energía solar térmica
                 Desde el mes de octubre de 2006, en conformidad con el Código Técnico de la Edificación (CTE), tantas las nuevas viviendas como las rehabilitadas tendrán que integrar un sistema de energía solar térmica que cubre del 30 al 70% del consumo de agua caliente sanitaria.
              La energía solar térmica es una tecnología contrastada e idónea para la producción de agua cliente sanitaria (ACS). En una ciudad como Zaragoza, 2 m2 de paneles solares pueden suministrar entre el 50 y el 70% de las necesidades anuales de ACS de una vivienda individual. Supone una inversión entre los 1.500 y los 2.000 euros si se instala durante la edificación.
              Según datos del IDAE, el sobre-coste de inversión se amortiza entre 5 y 12 años dependiendo del consumo real de agua caliente y de la calidad y robustez de la instalación. Si la instalación está bien diseñada, ejecutada y mantenida, los costes de operación y mantenimiento son muy bajos, y la instalación dura más de 20 años.
                 En bloques de vivienda con calefacción central, la inversión solar térmica se reduce a unos 400-600 euros/vivienda, donde basta 1 m2/vivienda.
                 La energía solar térmica también puede ser un complemento interesante como apoyo a calefacción, sobre todo para sistemas que utilicen agua de aporte a menos de 60° C (tal y como sucede con los sistemas por suelo radiante).
              Calderas y estufas de biomasa
                 Las calderas de biomasa, en lugar de quemar gas natural o gas-oil utilizan como combustible pellets (pequeños cilindros hechos comprimiendo residuos de madera), astillas de madera, cáscara de almendra, huesos de aceituna, pepitas de uva, etc. En el mercado, existen calderas a partir de 40 kW de potencia para instalaciones colectivas y también pequeñas calderas o estufas para calefacción individual.
              5. ¿Serán eficientes los sistemas eléctricos?
              Los equipos eléctricos pueden llevarse más de la mitad del gasto económico en energía.
              Pregunta por le eficiencia de los electrodomésticos instalados (horno, placas...). De modo general, fíjate siempre en la etiqueta energética de los electrodomésticos para elegir los más eficientes (mejor clase A o B).
              Presta especial atención al frigorífico, ya que es el aparato eléctrico que más consume a lo largo del año. Junto a la iluminación, pueden representar el tercio del consumo eléctrico de la vivienda, por lo que también resultan muy efectivas las lámparas fluorescentes compactas o de bajo consumo (ver etiqueta energética en el envase).
              En la comunidad de vecinos, la sectorización y temporización de los circuitos de iluminación, así como los detectores de presencia, unidos a la utilización de lámparas de bajo consumo y tubos fluorescentes de alta eficiencia pueden reducir en más del 75% el gasto en iluminación.
              6. ¿Habrá sistemas de ahorro de agua?
                 Pese a los costes económicos y ambientales de los procesos de potabilización, más de un 95% del agua de uso doméstico se utiliza como vehículo de evacuación de residuos. Su vertido supone también una contaminación de gran impacto ambiental o, si se depuran las aguas residuales, un elevado gasto económico.
                 La instalación de nuevas tecnologías permite reducir notablemente el consumo de agua. Por ejemplo existen sistemas de ducha que permiten reducir el caudal de 20 a 10 litros por minuto, y grifos con un caudal de 7 litros en lugar de 12. Estos equipos tienen un precio similar al de los equipos convencionales. También puedes preguntar si las cisternas disponen de un sistema de doble descarga o de flujo interrumpible. Mayor información sobre equipos ahorradores de agua y precios:
              Si compras una lavadora o un lavavajillas, fíjate en la etiqueta energética para escoger equipos eficientes en agua y en energía.
                 Si existen zonas ajardinadas, sería conveniente que la vegetación fuera de bajo consumo de agua. Puedes preguntar si existen sistemas de recogida de agua de lluvia para el riego.

            ¿Se emplearon materiales ecológicos?
                   Los análisis de ciclo de vida evalúan el impacto global de los materiales sobre el medio ambiente, teniendo en cuenta una serie de parámetros: los recursos utilizados, la energía consumida, las emisiones generadas, el perjuicio al ecosistema, la vida útil del material, la posibilidad de ser reparado y reciclado y el comportamiento del residuo.
                 De manera general, lo más recomendable es que los materiales sean naturales o de bajo impacto ambiental, de origen local (para limitar el transporte, fuente de emisión de gases de efecto invernadero) y sin tratamientos artificiales.
               Aislamiento
              Desde el punto de vista ambiental, son preferibles productos naturales como el corcho (aglomerado o granulado), el cañamo o la celulosa en vez de poliestireno (ya sea expandido, EPS, o extruido, XPS). Por ejemplo, se necesita 500 más veces energía para obtener un kilogramo de poliestireno que para un kilo de corcho.
              Preferencia ambiental para el aislamiento de paredes exteriores
              • +++ Corcho Cáñamo Celulosa
              • Lanas minerales
              • Vidrio celular
              • Poliestireno expandido (EPS)
              • Poliestireno extruido (XPS)
              • Poliuretano


                   La celulosa (nueva o reciclada), el cáñamo, el conglomerado de corcho pueden resultar en un 20 ó 50% más caro según la disponibilidad. Sin embargo, este incremento de coste resulta bajo en comparación con el coste de mano de obra para la instalación de cualquier tipo de aislamiento.
                MADERA: Ten en cuenta el tipo de madera que estás comprando. Entre 2000 y 2005, la pérdida neta de superficie forestal fue de más de 7 millones de hectáreas cada año, equivalente a un país como Panamá.
                A pesar de esto, la madera es uno de los materiales más recomendables, siempre que proceda de bosques administrados de manera sostenible. Puedes preguntar si la madera de tu futura vivienda lleva sellos de calidad, como el FSC (Consejo de manejo forestal). Este sello te brinda la garantía de que la madera proviene de bosques gestionados de manera sostenible.En cualquier caso, lo más recomendable es que la madera sea certificada, de origen local y sin tratamiento artificiales.
                Para mayor información:

                  Pinturas y barnices
                  Lo más recomendable es que las pinturas y barnices sean de base acuosa o en el caso de contener disolventes que éstos sean naturales o de bajo impacto ambiental. En cualquier caso, las pinturas de base acuosa y plásticas son preferibles frente a pinturas sintéticas y orgánicas.
                   ¿Se podrá segregar la basura fácilmente?
                     
                  Cada ciudadano español genera por término medio unos 600 kg de residuos al año, o sea casi 1,7 kg al día. Los residuos son una fuente potencial de energía y materias primas que pueden aprovecharse en los ciclos productivos mediante tratamientos adecuados. En Zaragoza, cada vez reciclamos más, pero seguimos reciclando sólo el 8% de los residuos, cuando más del 65% se podría recuperar o reciclar.
                     Averigua si en la vivienda existe un espacio dedicado para facilitar la separación de las fracciones reciclables (papel-cartón, vidrio, envases ligeros). Por ejemplo, se puede colocar varios cubos debajo del fregadero, o en un pequeño espacio previsto para este uso.
                  ¿Habrá transportes públicos en la zona de la vivienda?
                     El sector del transporte consume el 41% de la energía en España, y casi el 80% de éste corresponde a transportes por carretera. Las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte han aumentado del 65% entre 1990 y 2003, y representaban el 24% de las emisiones totales en el 2003.
                  En la ciudad, el 50% de los viajes en coche son para recorrer menos de 3 km.
                     Las familias españolas gastan tanta energía en sus viviendas como en su coche (en ambos casos, se consume el 15% de la energía final española). El IDAE estima que el gasto anual medio familiar de la energía consumida en combustible para el coche es de 900 euros.
                     La proximidad de servicios básicos y un buen servicio de transporte público te ayudará a prescindir del coche, reduciendo así la contaminación asociada.
                  Infórmate a cerca de los servicios básicos y de los medios de transporte público disponibles (tipo, itinerario y conexiones, horarios) en la zona de la vivienda.

                ¿Dispone la empresa constructora de un sistema de gestión ambiental?

                     Puedes averiguar cual es el grado de responsabilidad ambiental de las empresas. Por ejemplo, puedes preguntar si el promotor ha contratado para tu vivienda una constructora que dispone de un sistema de gestión ambiental certificado.
                      Los sistemas de gestión ambiental son una herramienta de gran utilidad para que las empresas mejoren sus procesos internos reduciendo los impactos que generan sobre el medio ambiente. Los sistemas de gestión ambiental no son exclusivos para cada obra o edificación, sino que hacen referencia a la gestión general de toda la empresa. Por lo tanto, las mejoras ambientales suelen ser de tipo indirecto (reducción de costes ambientales debido al mayor control de consumos, residuos y emisiones; mejora en el seguimiento de la legislación vigente; aplicación de sistemas de mejora ambiental; mayor concienciación de empleados y proveedores, etc.).
                     Actualmente, un sistema de gestión ambiental se puede certificar mediante la norma ISO 14001 o el Reglamento EMAS de la Unión Europea. Ambos avalan que la gestión de la empresa se desarrolla en base a unos estándares internacionales.
                     Cuando vayas a comprar tu nueva vivienda puedes preguntar sobre la disponibilidad de estas certificaciones, e incluso solicitar un documento que resuma la Política Ambiental de las diferentes empresas implicadas (promotoras, constructoras, etc.).
                     Muchas veces se podría reutilizar los materiales de construcción y de demolición, por ejemplo como material de relleno en las obras. Puedes preguntar si las empresas constructoras aplican planes de gestión de residuos o de reutilización de los mismos.
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